Si la alopecia ocurre como consecuencia de alguna alteración orgánica, como por ejemplo hipotiroidismo, algún trastorno hormonal u otra enfermedad, el manejo a realizar está relacionado con el tratamiento de la patología de base. Pero si se trata de una alopecia androgenética, que es la presentación más común de alopecia, el tratamiento debe ser permanente.
Lo anterior significa que la alopecia no se cura sino que se controla mientras el paciente esté bajo alguna modalidad de tratamiento. Si en algún momento se suspende el tratamiento, en poco tiempo el paciente empezará de nuevo a notar pérdida de pelo.